Narrativas transmediáticas y escuela

El avance de la tecnología ha generado cambios en todos los campos de la vida del hombre, en lo político, social, cultural, y también en lo educativo. La escuela se ha caracterizado históricamente por hacer uso del libro como fuente de acceso de la información: el maestro como mediador del conocimiento que se encontraba dentro de las páginas impresas. Era el docente quien a su criterio determinaba los libros a utilizar, dónde y qué leer. De esta manera, era el papel también el sustento de toda la información que circulaba en la escuela.
Los cambios que se han producido en los medios tecnológicos y de comunicación afectan inevitablemente el campo de la educación, tanto en la producción como en el acceso a la información. Las nuevas generaciones de jóvenes y adolescentes viven una realidad inmersa en lo tecnológico: webs, blogs, twiter, facebook, mail,… Como “nativos tecnológicos” tienen derecho a adquirir también las competencias que hoy en día manejan en la sociedad, para no quedar excluidos del sistema en el que viven.
Las narrativas (como uno de los procesos fundamentales que utilizamos para construir nuestro conocimiento del mundo) transmediáticas (como un cambio en el modo en que se produce y se consume la cultura) nos llevan a pensar el acceso y la producción de la información desde otra perspectiva, a construir nuevas relaciones con el conocimiento y nuevas formas de enseñanza y aprendizaje. Estos cambios en las prácticas educativas, consisten en modificar el dispositivo comunicativo para pasar a una enunciación colectiva a cargo de todos los participantes del proceso de enseñanza-aprendizaje. Implican también poseer las capacidades mediáticas y narrativas necesarias para participar activamente en esta sociedad de la información.
La escuela, no se ve ajena a estos cambios. Debe formar a los alumnos para ser sujetos capaces de buscar, evaluar e integrar la información dispersa en las diferentes plataformas en que se le presenta, y también debe formarlos para que adquieran un rol activo en la búsqueda de diferentes recursos en la navegación por las distintas plataformas a las que acceda.
La inercia y lentitud de las instituciones educativas para adaptarse a estos cambios crea un desfase cultural entre ella y los jóvenes. Como docente es nuestra responsabilidad reducir esta brecha, innovarnos, capacitarnos y formarnos para dar respuesta a las necesidades de nuestros alumnos de hoy.

1 comentario:

  1. Muy bueno!!!
    Resalto algunas cuestiones que, a mi parecer, son fundamentales!
    La escuela como espacio propicio para formar ciudadanos y consumidores activos y criticos! Me parece una de las cuestiones primordiales de la tarea educativa de hoy dia!
    Tambien la redefinicion de las practicas en los procesos de construccion del conocimiento, colaborativo, donde el docente poco a poco puede correrse de ese lugar central en el proceso de enseñanza para propiciar un aprendizaje en conjunto con los estudiantes, donde sus prácticas sean retomadas e incluidas en ese proceso...
    Hoy en día la cantidad de información circulante hace necesario el desarrollo de verdaderos criterios de validación de la información por parte de los estudiantes.. Puede ser la escuela quien habilite el desarrollo de estas capacidades simbólicas, donde el docente tiene un lugar fundamental!!

    ResponderEliminar