La inserción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en el ámbito educativo resulta ser un poco lenta en relación a las otras esferas sociales. Su incorporación conlleva un conjunto de barreras que los docentes debemos superar para lograr que esta incorporación y modificación en las prácticas educativas sean significativas para todos los actores de la institución.
Los cambios incorporados en las prácticas pedagógicas por los docentes dependen en gran medida de los recursos tecnológicos dispuestos a su disposición, así como también de la capacitación y de la formación que tenga cada docente en el uso de estas herramientas que le permitan innovar con certeza sus prácticas, que le permita además sentirse seguro y confiado de aquello que propone para trabajar con los alumnos para poder representar, procesar, transmitir, compartir la información y así, construir el conocimiento.
Los entornos de enseñanza y aprendizaje que incorporan las TIC no sólo aportan una serie de herramientas tecnológicas, de recursos y de aplicaciones de software informático, que los docente podemos utilizar para aprender y enseñar. Por lo general, las herramientas tecnológicas van acompañadas de una propuesta, más o menos explícita, sobre la forma de utilizar estas herramientas para la puesta en marcha y el desarrollo de actividades. Cuando los docentes no sabemos manejar estas herramientas tantos desde lo procedimental como desde todo aquel marco teórico que justifica su incorporación, porque no estamos formados ni capacitados para ello, nos resistimos a incorporarlas en nuestras clases. Imaginemos un docente que, luego de muchos años de experiencia, tenga que realizar un texto colaborativo con su grupo de alumnos… ¡un verdadero reto! Este tipo de actividades muchas veces resulta tediosa porque durante muchos tiempo jamás tuvimos que realizarlas en nuestras prácticas, están lejos de nuestras habituales propuestas.
Insertar las Tic en un gran desafío, por supuesto, ya que implica un giro rotundo en nuestros hábitos de planificar, corregir, llevar adelante la clase, etc. Este desafío implica también hacer un uso crítico y reflexivo de estas nuevas herramientas para que su inserción en las propuestas pedagógicas no queden en la simple presentación de una computadora en reemplazo de un cuaderno, y podamos si obtener de ellas el mayor provecho posible en función de mejorar nuestras propuestas a partir de las necesidades reales de los alumnos.
Muy linda reflexión Cecilia!
ResponderEliminarEs cierto, los cambios plantean grandes desafíos, pero muchas veces los resultados hacen que todo cobre sentido!
Lo nuevo siempre plantea dudas, redefine prácticas y plnatea grandes retos! Muchas veces en el proceso se plantean resistencias.
Es fundamental que los cambios se realicen sobre sólidas bases que lo fundamenten, con la creencia de que enriquecerá los procesos de enseñanza y aprendizaje!
Puede que la institución escolar se encuentre en un proceso de camhio importante, donde muchas de sus prácticas se encuentren en un proceso de redefinición!
Hoy la escuela puede ser el espacio propicio para enseñar a las generaciones más jóvenes en ámbitos de aprendizaje colaborativo, donde puedan formarse verdaderos consumidores críticos de tecnologías y todo tipo de productos culturales...
Marianela.-
Hola Cecilia!
ResponderEliminarCoincido totalmente que insertar las TICs en los procesos educativos implica un desafío y requiere nuevos espacios de capacitación docente, de estudio, de discusión, de construcción colectiva. Lo que sucede habitualmente, es que se recibe el equipamiento, en el mejor de los casos, y ahí queda el docente solito asumiendo el rol de llevar adelante la innovación sin saber muy bien cómo o para qué.
En una ponencia del último Congreso sobre los Modelos 1 a 1, los especialistas indicaban que contrariamente a lo que se cree, son los docentes "más viejos" los que están más abiertos a las innovaciones, a probar, a descubrir, porque no temen perder el "control" de la clase.
Saludos!
Ale
concuerdo con vos Cecilia!! es un gran desafió y lamentablemente la capacitación deberá ser un mérito nuestro.
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